Todos
los seres mortales suelen estar compuestos de una esencia primordial, en ella
se determina su capacidad para el bien o su tendencia al mal, la luz y la
sombra de su ser; cuando se presentan casos como el de la joven Cat´Siuji, cuyo
espíritu presenta una luz tan intensa y llena de bondad, esta luz genera una
sombra igual en potencia, aquel contrapeso que nos inclina a actuar contra
nuestra naturaleza, aquello que nos hace dudar, aquello que busca equilibrar
nuestro propio resplandor cubriéndolo con una sombra, una sombra, eso es
Nightmare.
Este
ser se origina cuando los niños procedentes de Al´Dei abandonan su hogar, el
cual era un pequeño paraíso resguardado en algún lugar de la existencia. Su
origen es el miedo, el miedo que la pequeña Cat sintió ante la incertidumbre de
su futuro y de su propio destino. Tal vez si las cosas hubiesen sido un poco
diferentes a como resultaron ser, esta sombra no habría cobrado “vida”, pero la
partida fue especialmente muy dura para la pequeña, que por su posición se vio
obligada a ser ella quien tomara la decisión sobre el castigo merecido, por las
travesuras que había cometido junto a sus amigos, estas llegaron al punto de obligar al sacerdote
del pueblo a tomar una serie de medidas al respecto y al ser ella la mayor y la
líder del grupo, la designo como su propio juez (y verdugo). Este punto es muy
importante, los niños habían tenido un sinfín de aventuras y sentían que para
ayudar al mundo contra el mal, debían abandonar su pueblo natal, aunque algunos
simplemente lo hacían por curiosidad u otros motivos menos importantes, “el
llamado” era como le decían a la sensación de dejar aquel misterioso lugar y se
decía que quien lo seguía nunca regresaba.
En
ese tiempo ocurre una tormenta de emociones, en esas últimas dos semanas la
pequeña soñadora había presenciado maravillas que nunca olvidaría, los
festivales del pueblo y las grandes suertes de los artistas y trovadores
ambulantes que visitaban por primera vez el lugar maravillaban sus ojos, que
nunca habían visto semejantes espectáculos; sus escapadas con uno de sus amigos
le hacían sentir la rara emoción de desobediencia a su estricta tía,
experimentando por primera vez lo que era una pequeña aventura romántica que encendía
su corazón y dibujaba una sonrisa en su rostro; el mismísimo animo de la gente
del pueblo brillaba como hacía mucho no lo había visto, entre ellos un par de
gemelos a los que ella y su pretendiente (que a si lo era ante los ojos del
pueblo, pero ellos ingenuamente no lo veían de esa forma, era un amor muy
inocente, muy puro) les habían tomado cierto cariño; esas dos semanas se
convertirían en los días más felices de su vida.
El
momento para el que tanto había sido preparada había llegado, la trenza que la
identificaba como joven casadera y que había lucido en una danza unos días
atrás, no volvería a decorar su cabello, aunque ella aun no lo sabía. El
clérigo había ordenado que por sus desobediencias ya era tiempo de que el grupo
de chiquillos tomara la mayoría de edad y se unieran a la comunidad como
adultos (parte de su castigo), también era necesario pasar por la ceremonia si
habían de marcharse como estaba ya acordado. Su tía, que para Cat era la única madre
que reconocía, la había preparado para ese día desde hacía muchos años, era el día
que toda niña esperaba, el día en que algún otro de los jóvenes del pueblo
llegaría ante ella, seguramente al termino de la ceremonia y le pediría su mano
en matrimonio, el día en que dos jóvenes corazones se entrelazarían y unirían
sus destinos. Su tía por supuesto no aprobaba los cortejos de aquel joven
llamado Gen´Del, que era un joven de bien, pero que tenia ciertos tintes algo
rebeldes que no le agradaban y de hecho eso había propiciado alguna enemistad
pasajera con la madre del pretendiente, aun así y con algo de temor a la
respuesta, la hilandera hizo tan importantes cuestionamientos. La joven
respondió evasivamente, explico que no quería casarse de inmediato, sino que le
gustaría terminar su castigo, es decir concluir aquel viaje de dos años para
pensar en esos asuntos, se mentía a sí misma, pero era la mejor manera de
llevar a cabo esos acontecimientos. Su tía acepto su respuesta y la ayudo a
prepararse para la ceremonia, le puso un hermoso vestido que fuera propiedad de
su verdadera madre y le cepillos con delicadeza su hermoso cabello negro,
después de todo la edad vuelve sabias a las personas y la hilandera tal vez ya
sospechaba lo que podía ocurrir, así que preparo a su princesa y lo demás seria
voluntad de Dios.
Los
cinco jóvenes fueron el centro de la ceremonia, en ella se había reunido todo
el pueblo para presenciar el evento, sobre todo por la muchacha, ya que hacía
mucho tiempo desde que se había formado una pareja en el pueblo y ahora era lo
que todos esperaban, celebrar una unión. La ceremonia fue sencilla pero
esplendorosa por su significado, los niños tomaban su papel de adultos
eligiendo sus títulos con los que serian reconocidos a partir de ese momento,
el clérigo dio fe del acontecimiento y como representante de Dios y como
habitante de mas jerarquía, a nombre de los habitantes de Al´Dei, aceptaba a
esos jóvenes como miembros de esa pequeña comunidad. La ceremonia termino y
pasaron a dar las felicitaciones a los nuevos adultos, solo unos cuantos sabían
que partirían al poco tiempo y tal vez ninguno podía sospechar lo lejos que
irían. Entre las felicitaciones de familiares, amigos, rivales y vecinos, la
ingenua de Cat, ni siquiera se percato cuando se empezó a abrir un espacio en
medio de la concurrencia, buscaba con la mirada los rostros de todos los ahí
reunidos, era un momento mágico que quería conservar con el mayor detalle,
quería recordar los nombres de todos los que los habían acompañado en ese día,
sus amigos se habían perdido entre las multitudes, seguramente rodeados por sus
respectivas familias; afortunados eran, pues a ella solo su tía la acompañaba,
aunque en cierta forma, era lo único que necesitaba. Veía el rostro del clérigo
y buscaba a los curiosos gemelos y a otros de sus rivales de juego, no percibió
cuando fue que paso, cuando una mano tomo la suya, volviendo la vista al frente
y vio a sus pies a un joven de rodillas. Era su querido Gen´Del, arrodillado
ante ella, en presencia de todo el pueblo, sentía su mano temblorosa
sosteniendo la suya, pronunciaba palabras torpes seguramente nunca ensayadas,
en su cabeza pensaba en como eso podía complicar sus planes, lo que le había
dicho a su tía era verdad, debería esperar, tenía una misión, una condena, no
podía permitirse aquello, ¿que palabras tan dulces eran esas pronunciadas por
esos temblorosos labios? no las recordaría, al menos no con exactitud,
olvidaría de inmediato la torpeza de la propuesta, pero recordaría para siempre
la nobleza y bondad de la solicitud, ¿Cuáles fueron las palabras? Realmente no
importa porque cuando “la propuesta” fue formulada, era realmente su deseo lo
que acontecía, ni siquiera de haberlo inventado como un relato habría sido tan
maravilloso, súbitamente la proposición
fue interrumpida por la joven… - ¡Si! - había
respondido y este sería el momento cumbre de júbilo que resguardaría hasta el
final de los días, pasara lo que pasara, fue el momento en que una chispa fugaz
nació, un sueño ilumino su corazón y que resguardaría como su más grandioso
tesoro, pero de esa chispa hablaremos después.
El
tiempo había llegado, era la hora de partir, los cinco jóvenes se prepararon
para su viaje de dos años hacia lo desconocido, hacia el exterior, a un mundo
lleno de peligros como no se imaginaban. Las despedidas eran tristes por
supuesto y la sombra llegaría antes del anochecer. Antes de partir Cat reunió
el valor que le haría falta, hizo las preguntas que la atormentarían mas tarde,
fue a ver a su tía la hilandera para saber los secretos de su pasado, ahí
descubrió lo terrible que fue su historia, la historia de sus padres estaba
lejos de ser lo que hubiera esperado, el desamor, el engaño, la violación e
incluso la muerte eran parte de aquella historia, hechos que perturbaron a la
pequeña comunidad en aquel entonces, pero que habían sido muy bien guardados,
tal vez los habitantes sentían piedad para la pequeña que nada de culpa tenia o
tal vez se conmovieron al verla crecer de una forma tan servicial, siempre
intentando ayudar a los demás, tal vez simplemente con el tiempo lo habían
olvidado. Esa trágica historia dejo secuelas, específicamente en los frutos de
la violación de la panadera y su eventual encuentro con la locura, resultando
de ello el nacimiento de dos niños gemelos, los mismos gemelos que hacia unas
pocas semanas había empezado a querer, incluso tal vez con la complicidad del
destino, eran sus medios hermanos, o mejor dicho como ella lo percibió: sus
hermanos de sangre. La tragedia era que ahora podría aliviar un poco los errores
de sus padres, tenía la oportunidad de intentar ingenuamente de reparar un daño
que no comprendía del todo, podría asistir a la panadera y cuidar de los
gemelos, enmendar las heridas o eso hubiera podido hacer, si no fuera por su
propia condena, ese día tendría que partir y no podía hacer nada al respecto.
La
pesadumbre era insoportable, no sería la primera ni última vez que su ahora
esposo Gen´Del le prestara lugar entre sus brazos para brindarle refugio de la
oscuridad que la acechaba, pero era la primera vez que lo hacía en ese mundo. Era
la tormenta de emociones, justo después de los días más luminosos que había
vivido, seguía una pesadumbre terrible sobre quien siempre esperaba lo mejor,
ahora enfrentando la incertidumbre en su futuro y la tragedia del pasado, se
daba cuenta que las cosas malas sucedían y muchas veces no podían evitarse la
injusticia de estos eventos, por primera vez sentía lo que definiría a su
sombra, la emoción que en el futuro tendría que enfrentar y vencer en los
recintos de los esclavos, el miedo.
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