Unos meses después Frederick contrato a un profesor para Dominic y que así este pudiera comenzar su enseñanza como el noble que debía ser. Stuward era el nombre del maestro contratado para Dominic, era respetado por los más grandes académicos por su sabiduría y por los aldeanos por sus enseñanzas a los incultos. Así comenzó con enseñarle a leer apropiadamente para luego comenzar con filosofía e historia. Stuward noto luego de unas semanas lo diferente que era Dominic de su padre, de acuerdo con los sirvientes del palacio este era mas parecido a su fallecida madre Milenia, pues no era ningún secreto que los Crown ahora se dedicaban mas a la tiranía que juraron combatir que a la protección de los mas débiles, así que era de esperar que un hombre como Stuward se alegrara de poder hacer algo para corregir el rumbo de tal familia en beneficio del pueblo.
Todo era perfecto, nadie podía oponerse a los Crown sin esperar castigo de ellos o de sus aliados, el heredero seria culto y bondadoso, solo había que esperar unos años para terminar con la corrupción. Sin embargo, en una noche sin luna, unos cuantos comerciantes se reunieron en secreto para acabar con los Crown, temerosos debían decidir quien seria aquel que se opusiera.
Creo que debo ser yo – vociferó uno de ellos
Tu?, nunca – respondieron – solo lo harías si pudieras sacar algún provecho, todos sabemos que eres de lo mas deshonesto, debe ser alguien elegido entre nosotros.
Pero quien aceptara?- se dijo con voz temerosa- es una sentencia de muerte y desdicha enfrentarse a los Crown.
No será así si los matamos- respondió el mas rico de todos ellos- los Crown deben morir, que no quede uno vivo.
Estas loco o eres estupido?!- grito el mercader del oriente con apariencia de mendigo- los –Crown respaldan a varios reyes y generales, ellos tomarían represalias si se ven afectados, nada se puede hacer, son demasiado para nosotros...
Sin embargo......-interrumpió un mercader de armas- si son murtos en secreto, es decir por un asesino solitario, nada podrán hacer contra nosotros.
Aun así, ¿quien aceptaría? - le cuestionaron- es demasiado aun para un mercenario...
No se preocupen- respondió del oriental- yo se quien puede hacerlo, pero no será nada barato.
Los demás escucharon atentamente la conversación acerca de quien seria el asesino, pero nada de el supieron, básicamente era un fantasma, mataría a quien le ordenase que matara, solo que entre mas importante la presa, mas caro el servicio seria. Así fue como un grupo de comerciantes planeo la caída de la familia más importante de la comarca.
Dominic continuo su desarrollo, y se intereso por la filantropía, una materia poco conocida para el, pero dominada por su instructor Stuward, así al poco tiempo comenzó a realizar acciones de interés social, tratando de aliviar un poco el dolor de su gente, su padre lo permitió, pues creía que era un mero capricho el regalar comida a los desposeídos entre otras acciones benéficas que realizaban. Estas acciones hicieron a Dominic ganar el aprecio de su gente así como de sus guardias, quienes a pesar de actuar como rufianes al recolectar tributos, no era su intención el hacerlo, simplemente era su trabajo obedecer sin titubeos, pero ahora ayudaban al noble joven con sus tareas altruistas. La gente estaba más que convencida, que cuando el pequeño heredase la cabeza de la familia, los malos tiempos acabarían y al fin llegaría la prosperidad para toda la región.
Frederick estaba agotado, todo el día había recibido visitantes que deseaban proponerles tratos comerciales y políticos, como el ayudar a cambiar al gobernador de algún pueblo o el permitir el paso a forasteros en ciertos caminos, incluso estaba el valiente que le pedía financiamiento.
Son solo unos buitres- se dijo así mismo, mientra tomaba una copa de un costoso y fino licor- deberían saber lo afortunados que son de tenerme a su cargo, soy quien los mantiene asalvo, soy su luz y como me lo agradece?, pidiéndome tratos solo para beneficiarse, acaso me creen mi hijo?.
No, el es mucho mas admirable- se oyó una voz en las sombras- para tener ocho años.
Mmm..¿quien anda ahí?- dijo el confiado noble- ya no recibo a nadie.
Me recibirá a mí – dijo la sombría figura- pero no se preocupe, tratare de no quitarle mucho tiempo.
¿Qué desea?- pregunto- acérquese y dígamelo de una vez.
Soy un visitante de lejanas tierras- dijo el extraño mientra se acercaba a la luz de los candelabros- vengo a entrevistarme con usted, debo decir que es todo un placer conocer a un Crown, después de todo, no todas las sanguijuelas tienen un nombre tan famoso.
Sorprendido Frederick, no perdió detalle del extraño, después de todo, nunca nadie había osado el retarlo de esa manera, noto además que su visitante no era alguien común, después de todo había entrado sin ser visto al palacio mas fortificado en leguas, el visitante era alto de complexión delgada, usaba una capa muy vieja y maltratada de color negro, sin embargo bajo la capa parecía llevar ropas mucho mas finas, eran ropaje que solo un noble tendría.
¿Cómo se atreve a hablarme de esa manera?- reclamos el rey sin corona- Reconozco sus aptitudes de infiltración, pero si lo que busca es un empleo, debo decirle que no me interesa otro espía.
¿Empleo dice?, no ese no es ningún trabajo, es solo una distracción- respondió sonriente el extraño hombre- mi trabajo es matar gente, y debo informarle que usted será mi victima, solo creí que seria interesante intercambiar palabras del llamada líder de los Crown y uno de los dos últimos.
¿Matarme dices?- reto Frederick- ¿crees que eres el primero que lo intenta?, pobre tipejo, eres tan mal asesino que no sabes que los Crown somos grandes guerreros, simplemente nos hemos civilizado un poco, veras que yo a lo largo de mi vida e recibido nueve atentados de nueve asesinos diferentes, así es, todos los Crown somos entrenados para el combate desde los diez años, sin embargo es bueno recibir tu visita, pues me encontraba algo aburrido y este será un buen ejercicio para mi, lamento informarte que yo no seré tu victima, la victima serás tu, pero soy un caballero, así que permíteme iniciar con una apropiada presentación, pues quisiera saber a quien le e quitado la vida para recordar a aquel que sea digno de ello. Yo soy Frederick Crown, jefe de la familia Crown.
Bien veo que lo que me han dicho es cierto- dijo aceptando el duelo en tales términos- eres soberbio e iluso, no me interesa a quienes venciste, ahora te enfrentaras a, no importa que experiencia tengas, te aseguro que te será completamente inútil en mi contra, pues nada podría prepárate para pelear conmigo, mi nombre es Vincent Hellcrown, y en este palacio, ¡morirás!.

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