9.09.2012

La más Fugaz de las Esperanzas: Presentando a Dream


Cuando me preguntan sobre mis orígenes me resulta difícil de explicar, podría iniciar con mis padres, poco se de ellos, la mujer que me rescato del olvido me contó poco al respecto y mis recuerdos son vagos. De mi madre, dijo que me parecía mucho a ella pero que a la vez poseía mas los talentos de mi padre, fue más o menos lo que me repitió Gideon unos años después, pero me estoy adelantando, aquella mujer  me rescato de la “no existencia” según me dijo, tomo su esencia celestial para salvarme infundiéndola en mí, es algo que aun no sé explicar, supongo que nunca lo entenderé, la gente me mira de forma extraña cuando se los cuento. Aquella mujer me llevo muy lejos a través de lugares a los que no se puede llegar y por donde el tiempo no existe, eso es aun más complicado, pero el punto es que al final de ese viaje, me entrego a una joven pareja del campo que no podía tener hijos, mis segundos padres, a ellos les confió 4 objetos que luego me entregaron cuando era una niña pequeña aun, el medallón, la espada y los anillos. El medallón era para que yo supiera quién soy, la imagen tallada en madera es confusa pero estoy segura que tiene alguna relación con el sol (puedo sentirlo); los anillos son para que siempre recordara a mis verdaderos padres, son mi tesoro siento una conexión extraña en ellos y por eso siempre los traigo conmigo; la espada es el obsequio más extraño, según me dijeron mis padres, ese era un regalo de la mujer que me entrego, conocedora de mi origen dejo esa espada con el deseo de que nunca la llegase a usar, creo que habría sido más fácil dejar otro tipo de prenda si no quería que aprendiera su uso, sin embargo aun así, la dejo, no me gusta usarla pero el destino se encargo de eso después.



Lamentablemente siendo aun muy pequeña mis padres adoptivos murieron a causa de una plaga que azoto la región, Regis el Herrero y su esposa Lara siempre tendrán un lugar en mi corazón, su bondad es algo que nunca podría pagar. Sobreviví pero la comunidad  en la que vivía tenía muchos problemas en esos días así que a muchos de los niños nos enviaron a un orfanato del ejercito, fue ahí donde ocurrió mi primer encuentro con Gideon, me saco del apuro en que me había metido. No estoy segura como paso, pero uno de los chicos grandes estaba abusando de los pequeños, así que me le acerque y creo que le di un puñetazo justo en la nariz…. tal vez no fue tan grave no lo recuerdo muy bien, el caso es que de inmediato sus compañeros me rodearon y comenzaron a empujarme, fue ahí que Gideon intervino. Calmo a los niños, luego me regaño y castigo, debí llevar cubos de agua durante un par de semanas a las barracas. Fue justo cuando faltaba un día para terminar mi castigo (y después de acarrear el agua del día) Gideon me llamo, levanto mi castigo y me dijo que ese lugar era un orfanato provisional por la plaga, que luego todos irían a un orfanato de la iglesia de la capital del reino, todos excepto yo.

Algo había notado, imprudencia o vocación, no importa, el caso fue que a mí me llevo a la iglesia mayor del sol, no al orfanato, ahí hizo los arreglos para que me pudiera quedar a cambio de ayudar a la hermana superior a cuidar del lugar, ella era muy vieja y sabia aunque no siempre comprendí que era lo que quería enseñarme, murió cuando yo tenía catorce años. Así fue mi segundo de tres encuentros con Gideon, me dijo que la hermana le había hecho notar que tenía un espíritu fuerte, así que como ya tenía edad suficiente empezó a instruirme en las artes del combate (luego de un pequeño altercado cuando intento que un joven me desposara, espero que su nariz haya sanado[aunque él se lo busco]). Su instrucción fue breve, pero me hizo darme cuenta de un aura que me rodeaba, unos dones que no había podido manifestar o de los que no me había percatado, así mi instrucción continuo como escudera de algunos caballeros de las diversas ordenes, yo no tenía linaje como para pertenecer a alguna de las casas.

Cuando tuve la destreza suficiente para empuñar la espada me vi envuelta en algunas  campañas (de las que les contare en otra ocasión), sufrí muchas derrotas y también algunas victorias, sin embargo cada que luchaba tenía una sensación extraña, la misma sensación que debe sentir un rio cuando tiene una represa que lo contenga, por mucho que me esforzaba en una lucha, sabía que podida dar mucho mas de mi. Es extraño, pero cuando veía la magia de los paladines, veía que la canalización de la energía positiva no era muy eficiente (creo), no es de extrañar, pues la mayoría de ellos tienden a entrenar su cuerpo físico y no así el espiritual, sin embargo yo me pude percatar con el pasar del tiempo que la energía positiva proveniente de Dios es mucho mayor de la que podemos utilizar, esto debido al poco desarrollo de nuestros espíritus, pues de ello depende la cantidad de poder sagrado que podemos canalizar, así fue que con el pasar del tiempo mi curiosidad por descubrir el cómo podía usar el poder sagrado me llevo a obtener mis alas, en mi último encuentro con Gideon, me dijo que yo poseía el espíritu de mi madre y la capacidad para comprenderlo de mi padre, nunca le pregunte como podía saber aquello.

Mi pasado es confuso, mi futuro es incierto, mi escudo es para proteger al inocente, mi espada para castigar al injusto y mientras lleve mi armadura nada me detendrá. No sé de dónde vengo, pero sé quién soy, como lo dijo la dama que me rescato, soy la mas fugaz de las esperanzas ¡Yo soy Dream!

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