La+ Rompe sus Cadenas

La+ se encontraba pensativa como era usual en ella, las preguntas
acerca de su pasado la atormentaban constantemente, ¿que pudo haber
hecho mal para merecer las cadenas que hacía meses dictaban su
destino? Estando presa de las bestias que esclavizaban a hombres,
mujeres y niños por igual, era incapaz de solicitar respuesta a sus
inquietudes, el miedo opacaba toda ansiedad por descubrir las
huellas de su pasado. La llamaban "La" porque cuando fue arrojada al
calabozo era el único sonido que sus labios producían, una melodía que
repetía en todo momento, eso era lo único que podría parecerse a
alguna memoria  que pudiera preceder a su cautiverio.

Fue cuando conoció a otra esclava, llamada Cat'Siuji, que sus miedos
cedieron un poco, comenzó a hablar y a escuchar las historias de su
nueva y única amiga, historias que le brindaban una esperanza y que de
alguna manera llenaban el vacío en su memoria.

"La mas impenetrable oscuridad, puede ser vencida por la luz más
pequeña..." - alguna vez le había contado la historia de La Hoja de la
Luna, eso eran para ella esas historias, Al'Dei, Brellaran, Dun Raven
y otros magníficos lugares eran la luz en aquel abismo que las
mantenía atrapadas en la oscuridad.

Su destino se había encadenado desde el momento de ser capturada, era
débil y frágil, por lo que no serviría ni como alimento de las
bestias, sin embargo, la melodía que canto estando inconsciente llamo
la atención de un circo errante de esclavos.

- no la marquen- había ordenado su futuro dueño - mis esclavos tienen
su propio hierro, aunque solo sirva de concubina o carroña se hablaría
mal de mi circo si se sabe que "contrato" a mis "artistas" en esta
pocilga, por muy buenos precios que me den. También me llevare a la
otra.

- esa no está a la venta - ladro la bestia.

- está bien, no hay porque alterarse, solo son esclavos, pero
necesito mas para mi espectáculo, la mejor parte es cuando las
acrobacias fallan, le encanta al público, pero a mí me
cuesta reemplazarlos.

- hay más aun para ver

- los vi, pero son esclavos de precio regular, salvo por los viejos o
tullidos, necesito buenos precios, pero también que no estén en tan
deplorable estado.

- te puedo dar a los niños a mitad de precio- los pequeños solían
morir rápido y al crecer eran una molestia para los canes.

- están famélicos, dudo que sobrevivan el tiempo en que regrese mi circo.

- pero son buena inversión, si sobreviven podrían ser amaestrados en
alguna suerte e igual reciben los cuchillos o son devorados por
leones.

- es una apuesta riesgosa...

- mira, te guardare algunos, los que sobrevivan a tu regreso serán
tuyos, pero los compraras a dos tercios del precio, si no te gusta
puedes largarte de una vez.

- me parece justo, pero quiero mis trapecios en ellos, no tus garras.

Esa era su vida ahora, estaban en un mercado donde se hablaban de
ellas como si fueran peces en un muelle, les ponían precio y
regateaban sobre sus vidas y ni la más angustiosa miraba en búsqueda
de compasión alguna ablandaba el corazón de sus captores o
compradores.

Los odio - dijo una vez La+

No deberías, La+' Verdi - le respondió Cat

-¿Por qué no? ¿Que no vez en lo que nos han convertido? Si pudiera los
mataría a todos por las atrocidades que hacen.

- Y seria un castigo justo, pero si el odio fuese quien guiara tu mano, aunque todos
y cada uno de ellos reciban la retribución a sus crímenes, ese odio no
desaparecería y esa es una cadena aun peor que las de hierro, una
cadena que crea más cadenas.

-........

- Ten paciencia, el sol de la mañana será aun más brillante que el del día anterior, pero debemos soportar el frío de la noche.

Pasaron los días, las semanas, meses, hasta que en una ocasión los
encadenados comenzaron a escasear. Se estaba por recibir a varios
invitados, una feria para vender y comprar más cautivos, las
preparaciones agitaban a los gnolls y orcos por igual, había mucho por
preparar para el evento de la próxima luna; si bien esos animales no
proporcionaban comodidad alguna ni a sus clientes, tenían que preparar
espacios, levantar algunas carpas y edificaciones provisionales,
despejar muelles y calles, entre otros trabajos que por supuesto no
realizarían por sus propios medios.

-eres una inútil! - le gritaron a La+ cuando arreaba a unos animales,
la bestia estaba asustada por toda la actividad de los alrededores y
la chica no tenía la fuerza para controlarla - retrasas mi labor,
infeliz, te daría una paliza si no estuviera tan ocupado, vete a
estorbar a las cocinas.

Llego a la cocina, donde un orco alegaba a gritos con uno de sus proveedores.

- esos tomates no sirven! Si vas a dejar basura, que al menos sean dos barriles más.

- jodete! Esos tomates huelen un poco pero son perfectamente comestibles, si no los quieres me los llevare.

- lárgate con ellos y no creas que no me di cuenta de las cebollas de segunda que dejaste también.

- esas cebollas están perfectas y a un precio de regalo, deberías revisarte los malditos ojos o cerrar el hocico.

Continuaron peleando y discutiendo y La+ pasaba desapercibida como era usual, sin embargo ahí estaba, a un lado de la puerta se encontraba el barril de tomates, el barril que la llevaría fuera de ahí... a la libertad.