Eli.Resultado de un romance que fascinaría a las hadas, Eli nació con una mezcla de sangre en sus venas. Su madre una bella mucama y su padre un elfo de los bosques, los años de dicha unión son motivo de otro relato, pero ahora es importante saber, que el padre de Eli dejo a ambas por amor, por ser de la raza de los inmortales se dio cuenta que el paso del tiempo le arrebataría a sus amadas y no soporto dicha idea, para la gente de su estirpe, esos dulces años habían sido como un verano maravilloso en la vida de los hombres.
No obstante la partida no fue del todo dolorosa para la madre, sufrió mucho por la separación pero comprendía el enorme amor que sentía por ambas y el gran dolor que experimentaría al perderlas, esa contemplación para con la vida era uno de los rasgos que más apreciaba en la dicha raza; agradeció los años de felicidad y sobre todo agradeció la bellísima hija que le había dado.
Eli había sido muy afortunada, pudo disfrutar de ambos padres por varios años, no quiso aceptar la partida de su padre, pero con el tiempo comprendió un poco el motivo, su raza ve el tiempo de una forma muy diferente y parte de ello le había sido heredada. Creció en el hogar de un hacendario donde su madre era doncella, vio como los hijos de los sirvientes crecían a un ritmo mucho mayor y como dejaban el hogar o se casaban mientras ella aún era una niña pequeña. Para su madre, Eli era el tesoro más preciado de todos y se esforzaba para darle una infancia como creía que seria si se hubiese ido con su padre, la educación de un elfo; sin embargo también estaba el asunto del tiempo, sabía que su hija crecía más despacio, pero ella como humana tal vez envejecería antes que ver a su hija convertida en adulto, así que se las arregló para conseguir a escondidas libros de la biblioteca de su empleador, con lo que ayudaría a su cometido. A ambas les sirvió mucho el aprendizaje, conocieron palabras nuevas y vieron un poco del vasto mundo que había afuera de la residencia y más allá del pueblo; a Eli le fascinaba el conocimiento que contenían esas páginas y le maravillaba que hacia un tiempo los libros en sus estanterías parecían horribles muebles inútiles, unos tan maltratados que arruinaban el aspecto de la estancia, pero luego cuando ya podía dominar la lectura se daba cuenta de lo hermosos que eran, podía viajar por los mares en una galera o explorar cuevas con los enanos, hasta podía ver como se estructuraba el mundo aprendiendo como su delicado tejido mantenía las cosas como las conocemos.
Hacia un par de años fue que su querida madre falleció víctima de fiebre, motivo de ello fue que ingreso al orfanato. No hablaba con nadie y siempre permanecía tímida sosteniendo el tomo de “Varguardum il Magi” que le habían regalado al partir de la residencia. No pudo quedarse a pesar de lo amables que eran en esa casa, algunos de los miembros de la familia habían muerto producto de la misma fiebre que se había llevado a la madre de Eli, así que el señor le regalo aquel libro como gesto de buena fe, pero la pena lo consumía pues su residencia se estaba quedando sin personas que la habitasen, aquel hombre literalmente moriría de depresión años después.
Eli tenía unos 15 años de edad, pero producto de su sangre mezclada su edad real equivalía a menos de 10 años del hijo de un hombre lo cual era muy extraño, pues sabía más cosas que cualquiera de ahí, pero carecía del carácter para decir nada.
Una noche Eli soñaba que estaba en un cielo nocturno cayendo a gran velocidad, asustada no pudo ver del todo bien los alrededores, se precipitaba hacia el piso mientras moría de miedo con los ojos cerrados. Entonces escucho una dulce voz desconocida “no tengas miedo, toma mi mano” estiro la mano intentando alcanzar a esa otra niña que le hablaba y luego abrió los ojos, no había nadie, pero entonces se dio cuenta de que no caía, estaba volando, volaba por el firmamento, entre estrellas que iluminaban aquella vastedad mientras atravesaba nubes y bailaba con las gotas de agua aun suspendidas por los aires. Con el movimiento de su mano las gotas seguían en coreografía surcando el mar nublado, la danza continuaría por quien sabe cuánto tiempo hasta que súbitamente se dirigió hacia tierra, no pudo ver que había otras dos figuras que iban en la misma dirección, iban a la tierra, con valor y esperanza. Luego se enteraría que Idda estaba cantando esa noche como hacía tiempo llevaba haciéndolo.
Con el tiempo Eli se había adaptado un poco al estilo de vida del lugar, tenía que hacerlo, probablemente pasaran unos 10 años antes de que la dejasen ir como un adulto y a diferencia de los demás niños, ella tenía un grado de madurez y conciencia mayor al que aparentaba. Pasaba gran parte del tiempo leyendo, leía cuanto escrito le pasaba por las manos, así Madame Jocelyn al darse cuenta que tenía buena educación la empleo de escriba, anotando pensamientos, cartas o transcribiendo cosas. A Eli eso le agradaba, en su situación era muy difícil conseguir artículos de lectura y aunque fueran los bobos escritos de la señora, al menos era algo.
Un día uno de los niños con los que casi no hablaba apareció con un libro en sus manos, lo leía torpemente y lo trataba sin el cuidado debido, pero Eli podía distinguir que se trataba de un libro nuevo, no los tomos despastados y mohosos que de repente conseguía. Se acercó con curiosidad y pudo apreciar que era un libro que en su mayoría contenía muchos escritos, cada espacio de cada hoja había sido aprovechado, una transcripción sin duda, pero aun así era de recién elaboración, tal vez robado. Ante sus inquietudes el niño le platico que ese libro se lo había dado otra niña que lo había recibido de una dama de finos ropajes y joyería, no supo nada más pues la niña se había retirado de inmediato al recibirlo. Eli quería “rescatar” aquel escrito pero los niños no lo soltaban, luego se le ocurrió una idea, fue por su propio libro para intercambiarlo por aquel, no fue difícil, el escrito tenia hermosa caligrafía elfica y muchos dibujos, le tenía mucho cariño pero la verdad de las cosas era que ese tomo ya lo había repasado demasiadas veces y el otro libro tenia captada toda su atención.
Ya con el nuevo escrito se fue emocionada a su rincón del patio favorito y comenzó a leerlo, se trataba de un libro de cuentos, contenía historias cortas y extensas de diferentes temáticas, era muy interesante, aquel libro seria luego motivo de su conflicto con Sara, pero también sería el instrumento con el que se forjaría su amistad con Idda, sin saberlo ese libro seria la causa de que las 3 amigas se encontrasen.
XI
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